Hablar de interioridad es emplear una metáfora espacial: no es un espacio físico dentro del hombre, sino una actividad psíquica que se vuelve sobre sí misma, gracias a la cual el hombre existe como un “yo”.
Conocemos la existencia de un dentro del hombre del que éste no puede retirarse: el inconsciente, intimidad cuyo acceso no se nos está permitido. Sin embargo, el inconsciente sólo es otro en la medida en que le ha sido robado al “yo” por la represión.
Exterioridad humana: estar fuera, entre las cosas. Consiste en que los demás nos perciban como algo que está ahí.
... Interesante...
Atte. Valeeeew
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